Gundam 0079




No quiero que lean estos artículos con pretensiones extrañas así que voy a dejar las cartas sobre la mesa en este asunto: el que escribe es fana de lo llamado “Real Robot”. Puedo gritar con un ataque final, llorar con un sacrificio heroico por la paz del futuro, sonreír cuando se vuelve de la tumba por pura fuerza de voluntad; pero si soy fiel a este género es porque es el heredero de todo un brazo de la ciencia ficción que en otros medios se ha mostrado imposible. Cuando la correcta implementación de un tipo particular de tropa supera desventajas materiales, cuando se tiene que tener en consideración las limitaciones prácticas de un vehículo para sobrevivir, cuando el uso justo de una diferencia ínfima marca la victoria, cuando conceptos teóricos reales son aplicados en un universo diseñado para que puedan funcionar; ahí es cuando el género brilla más fuerte. No lean esto pensando que voy a insultar a Getter Robo o que me voy a estar tocando cuando escriba de Macross, sencillamente tengan en cuenta que voy a ser un poquito apologista de ciertas cosas que puede que no sean sus favoritas. Si ahora mismo están indecisos sobre estos asuntos, o nunca los habían considerado, fantástico. Dejenme llevarlos de la mano por la franquicia que inició el Real Robot y posteriormentemente se cagó en este como pocas antes.


Gundam inicia su historia con el resumen de la Guerra de Un Año donde se perdió más de un tercio de la población humana, en gran parte por un evento que se volverá icónico de la serie que es tirar una colonia. En este futuro la tierra está unificada bajo la Federación Terrestre y el esfuerzo conjunto permitió la extensión de la vida al espacio en colonias. Cada una de estas de tamaño bestial, albergan alrededor de un millón de personas. Dentro de una de estas tenemos a nuestro protagonista Amuro Ray, un joven talentoso hijo de un ingeniero asociado al ejercito de la Federación. Esto no es lo mejor considerando que en el espacio ha ido creciendo una monarquía que desea la independencia (y eventual control ya que estamos) de la Tierra: Zeon. El imperio viene teniendo una gran ventaja gracias a su adaptación de la maquinaria de reparación y extracción espacial a maquinas bélicas: el Zaku. La serie comienza cuando Amuro se ve forzado a pilotear el robot titular, un prototipo diseñado para neutralizar a los Zaku.

A lo largo de la serie se tratan temas como la posición de los civiles en un campo de batalla y hasta que punto se les puede pedir que se comprometan con una causa que no es del todo suya, los efectos de la guerra en la mente de los soldados, el rol de un solo individuo en el destino de la humanidad, la validez del deseo de independencia cuando es a costa de sufrimiento. Y otras cosas en un complicado gradiente de madurez al tratarlas.

Antes que nada es importante juzgar a Gundam desde su lugar en la historia, en animación tanto como en “realismo”. Fue la primera serie de su clase y como tal también fue la primera en cometer errores que en perspectiva son imbéciles. Es común leer gente que rechaza 0079 por su pobreza conceptual o de implementación pero hay que recordar que fue un esfuerzo contra viento y marea hacerla nacer, y eso sólo coloca a Tomino en una posición respetable no sólo en el género sino en la historia de la animación japonesa. Algunos de los elementos que inventó y hoy en día damos por hecho Gundam fueron:

  • Los enemigos no son monstruos malvados, son otros humanos con motivaciones racionales. Cuándo un subordinado del antagonista, Char, muere este grita su nombre. Tenemos escenas en que los soldados enemigos discuten sobre ir de vacaciones con su familia cuando tengan sus relevos. Algunos generales enemigos son guerreros nobles y sus subordinados están dispuestos a dar su vida no porque son malos sino porque respetan a su superior (y en casos que no lo respetan, no están tan decididos)
    Posiblemente la mejor pareja de la historia de la animación.
    Hasta que Amuro cagó todo, como siempre.






  
  • La lucha es entre robots diferentes acorde a las capacidades industriales e intereses de cada bando, como tanques en la segunda guerra mundial. Cada bando tiene su propia maquinaria con ventajas y desventajas, y a pesar de que el Gundam es el robot titular con colores de juguete el corazón de todos fue robado por el Zaku, mucho más rechoncho y todo color verde oliva. Al día de hoy el Zaku, y sus variantes, siguen siendo de los modelos más vendidos y lo recauchutan cada vez que pueden. Aunque Gundam Sousei, una ficcionalización del origen de la serie, probablemente exagere cuando dice que Tomino se interesó más en el diseño de éste que con el Gundam; es evidente que aparte del salto de pasar de enemigos por capítulo a un tipo puntual de tropa hubo un claro interés en hacerlos ver bien, que lleven la filosofía que Gundam iniciaba.
  • Los robots no son infinitos, ni en número ni en capacidades. Casi no hay pelea en que le dure la munición al protagonista, y en muchas ocasiones se queda incluso sin energía para su espada laser (que puede sonar chico, pero un robot sin espada era como supercampeones sin pelota). Incluso el combustible llega a ser un limitante y hace falta hacerle mantenimiento a la maquinaría (aunque nunca realmente impacte en la victoria).
  • Operar correctamente supera ventajas numéricas o mecánicas. Grandes pilotos pueden triunfar sobre maquinaria superior por habilidad. Un capítulo que puede parecer relleno termina siendo icónico cuando un mínimo escuadrón a pie pone en riesgo al robot titular al aprovechar su falta de apoyo terrestre para colocar C4 mientras está disparando a los otros. Seis tropas normales con tecnología obsoleta ponen en riesgo la maquina de avanzada, una situación que se dio múltiples veces en la realidad.
  • El universo es expansivo pero limitado. Usualmente en un Super Robo el villano sencillamente creaba dragones gigantes de la nada, y mientras no dan los números para las cantidades ridículas de acero usadas en Gundam, se dedica tiempo a explicar la vida en las colonias, la obtención de materiales de asteroides, las posiciones de las industrias de guerra y podemos comparar la vida en la tierra frente la vida en el espacio con sus diferentes aprovechamientos de espacio y lógica de vida. La puerta queda abierta a que en futuras series se expanda. Se nota hacia el final la desesperación de Tomino por meter todo lo que quería, pero al mismo tiempo es muy fácil para el espectador imaginar qué ideas funcionarían en este universo y cuales no.

Ahora, es evidente que estoy haciendolo sonar como una maravilla y todo conocedor de anime sabe que nunca las cosas son tan buenas como suenan en papel. Gundam es particularmente herido por ese axioma. A mi criterio hay tres fuertes limitantes a lo que podría haber sido una revolución absoluta e indiscutible que perforara más allá de las barreras del medio y el país.

Primero tenemos el recorte de capítulos. Cuando hay tantas ideas que se quiere presentar que sobre cuando la marcha les dicen que tienen diez capítulos menos no sólo significó sacrificar ideas sino que también afectó todo el ritmo planeado que más o menos había. Entre las ideas abandonadas hay más de una que incluso hoy, treinta años después, serían originales. Por ejemplo la muerte del protagonista y el antagonista tomando su manto, pero no como piloto sino manteniendo su rol de sargento de campo con el que trabajaba en el bando contrario; lo que también hubiera significado una serie de ciencia ficción con menos atención a los aces de la cabina y más a las estrategias grupales. Pero es imposible entender qué tan bien hubiera funcionado y nada más existe como fantasía de Tomino. La parte que si podemos notar es que más o menos a la mitad tenemos un cambio total de paso, se guardan algunas libertades como dedicarle dos capítulos al deprimente reencuentro entre Amuro y lo que queda de su padre, pero ya casi no hay tiempo para expandir el bando contrario, ni siquiera para desarrollar los personajes secundarios. Los triángulos amorosos aparecen de la nada porque tuvieron que recortar el crecimiento y resulta en algunas situaciones de “las mujeres no entienden nada” que a aparte de enorgullecer a Lacan empiezan a mostrar una cierta tendencia de futuros trabajos de Tomino*. Incluso las batallas, el punto de venta del género, sufren de esta prisa y el gran enfrentamiento climático del final termina ocurriendo principalmente fuera de pantalla. Esta limitación lleva a lo chocante de mi item numero dos.

El aspecto fantástico de los newtypes. Es difícil pensar que podrían haber explicado mejor esto cuando les tomó dos series de duración correcta y un par de novelizaciones encontrarle una vuelta, pero la forma en que aparece es completamente chocante y todos (los que me puedan caer bien) recomiendan que si no se va a seguir con la franquicia es mejor tomarla como una metáfora y ya. Desde un principio fue la idea revelar que tanto el protagonista como otro personaje tienen poderes especiales que surgen de la vida en el espacio, el mensaje siendo que la próxima generación de la humanidad nacerían con una capacidad nueva de entender a otros seres humanos a un nivel espiritual. Es una linda idea, lo que le falta madurar a la humanidad es entender al otro y Tomino está poniendo una ficha en que los jóvenes, la audiencia, va a ser capaz de hacer esto de una manera que aquellos que desataron o vieron los horrores de la guerra nunca pudieron. Es un mensaje que toma poder sabiendo que Tomino sufrió bastante siendo un niño durante la segunda guerra mundial. El choque surge de que esto se traduzca en arreglar robots, mover cosas con la mente y tener charlas psiquicas. Personalmente repito la recomendación de que si quieren ver 0079 como algo autocontenido lo tomen como simbolismo y metáforas, les juro que si hacen un esfuerzo van a poder. Tirando una de cal y una de arena es lindo que el antagonista iba a poder competir con el ser humano evolucionado por puro talento y entrenamiento, una rareza en el medio que nos dio Dragon Ball Z y la supremacía genética por sobre todo.

Tercero, último porque atañe el mundo de lo que podría haber sido acorde a los creadores, es que sencillamente el mundo no estaba listo para cosas que años después sí. Tener los robots militares enemigos en colores militares es revolucionario, pero tu protagonista sigue teniendo colores de juguete (Tomino lo quería enteramente blanco, elijo creer que de haber sido aprobado su equipo lo hubiera convencido de ir por un gris claro o algún color usado en la realidad). De la misma forma muchas de las criticas que recibe la serie, como el item dos, caen sobre esta serie porque fue la primera en su clase y en lugar de construir los cimientos para futuras series eligió tratar de hacer todas las cosas que quería al mismo tiempo. Desde el futuro parece egoísta y de poca visión, pero es lo que eligieron hacer y no es nuestro lugar criticarlo en calzones frente a la computadora.

Con todo considerado Gundam 0079 es una buena serie, genial para su época y todavía original en muchos aspectos. Personalmente siento que tiene muchas joyas que no vale la pena sacrificar, sobre todo en la primer mitad, pero si quieren apurarla hay una versión en tres películas que es bastante potable; algunas animaciones están corregidas, o enteramente hechas de cero, y es más que un resumen apurado para enganchar en la siguiente serie de la franquicia. Queda a cada uno cómo elige verla.

Aspectos mecánicos (factor Real Robo)


Como mencioné antes hay cosas que damos por sentado que esta serie sembró por pura fuerza de originalidad. Los robots como tropa genérica (incluso el Gundam es producido en masa, y en colores menos juguete), factores ambientales (arranca y termina en el espacio, pero cuando llegan a la tierra Amuro tiene que calcular los saltos para estar en el aire a la hora de enfrentar tropas aéreas), dedicarle tiempo a presentar el mundo espacial aunque tenga diferentes grados de funcionalidad (lidiar con el riesgo de la entrada a la Tierra es un elemento en casi toda serie de Gundam, la vida en las colonias espaciales y cómo sobreviven también).

Algunas cosas pecan de anticuadas y seguro se sienten inferiores a series que llegaron poco después como Macross, pero probablemente el mayor choque contra esta otra serie es sencillamente que la forma de crear merchandising había crecido mucho para entonces. El Varitech fue pensado primero como avión y luego como robot (bajo la lógica de que mientras no existen los robots y se pueden ver de cualquier forma, los aviones si pueden ser hechos realisticamente), mientras que el Gundam es un robot modular para poder meterle otro juguete adentro y muchos de sus movimientos, o los de las tropas de Zeon, funcionan con geometrías no euclidianas. La animación creció mucho en los 80’s y unos pocos años de diferencia resultan en que quizás el Gundam cambie de proporciones mientras se mueve o haya flexibilidad que en un humano serían excesivas.

Hay dos items de ciencia ficción no relacionados a los robots a los que quiero dedicarle unas palabras. Por un lado tenemos a las partículas Minovsky que cumplen un doble rol. Por un lado es la explicación de los sable lazer y tecnologías similares, como si fuera una nube de gas en la cual es posible hacer solida la energía. Como efecto secundario imposibilitan la detección por radar, justificando que un robot gigante pueda llegar a ser efectivo en lugar de misiles teledirigidos y colocándonos en la posición de Japón en la segunda guerra mundial al ser el único país sin sistema de radar. Es una idea sencilla que sirve para justificar casi todos los escenarios de la serie y es uno de los puntos más fuertes en términos de ciencia ficción.

El otro son las colonias, la idea está tomada directamente de teorías de un físico real y sus cilindros de O’Neill. Es lindo que una serie se sostenga en ciencia real, pero que haya sido algo impreso unos pocos años antes muestra un interés por la realidad en los autores. No es como llamar a un ingeniero a que te diga si tus ideas tienen sentido, es mantenerse al día con descubrimientos y utilizar esto para construir tu realidad. En la serie posterior incluso se dedica tiempo a dar explicaciones resumidas tomadas de los textos de O’Neill. Para un fana de la ciencia ficción esto es mágico.

Aspectos heroicos (factor Super Robo)

Hay un esfuerzo declarado de la franquicia, y particularmente esta serie, de alejarse de las tradiciones que existían hasta ese momento. Aún así se apropia de algunas de estas para intentar darle su propia vuelta. Hay sacrificios, hay berserks, hay venganzas, todo heroico por supuesto. Sin embargo la pondría muy abajo en una escala de estas cosas. Si es un color que te gusta en una serie vas a encontrar cosas lindas, pero si es tu motivo para ver una serie realmente no va a ser lo tuyo.
Que no es decir que no hay momentos para llorar.

Cabe resaltar que, hasta donde se, Char es el primer caso de un personaje exclamando “¡Es rápido!” impactado por la habilidad de un oponente, más aún es el protagonista el que lo dice. Si contamos también que sea un villano enmascarado, Char es el mayor punto de interés para un fana del Super Robo viendo Gundam.

Aspectos estéticos generales

Es una serie vieja, no hay con que darle. Apareció en un momento de constante evolución y crecimiento en el medio. Si se la compara con cosas como Mazinger o Ashita no Joe (ambas de la misma década) es bastante impresionante lo mucho que se mantiene en modelo y lo centrada que es. Si se la compara con cosas de algunos años después se le nota la edad por todos lados, ni hablar con algo más moderno.

Hay un elemento estético que a mi me encantó y me pareció muy original, una especie de iluminación expresionista en colores para marcar un momento clave de sorpresa o dolor. Es muy bueno y duele que Tomino haya abandonado por completo el recurso. Algunos ejemplos:



En términos de diseño de personajes la serie no sabe lo que quiere. Hay cosas que no sólo se volvieron iconos de la franquicia sino que se ven mucho mejor que sus versiones actualizadas. Amuro, Sayla, Char, todos son casi caricaturescos pero no del todo; las versiones originales del artista con mucho más diseñadas pero la traducción a algo que animadores explotados pudieran hacer, a mi parecer, le suma muchísimo. Posteriores series van a ir por algo más cercano a los diseños de Yoshizaku, más sutiles y anatómicos, pero le quita un poco de lo inmediatamente reconocible. Otros personajes, sin embargo, son dolorosos de ver. Los niños huérfanos en la nave son probablemente lo peor de la serie si no es que de la franquicia, apenas diseñados y usualmente apenas animados. Estamos hablando de repetir los mismos dos frames durante diez segundos. Otros personajes sufren por ser demasiado básicos en el diseño, como Hayato que probablemente está un poco inspirado en Leiji Matsumoto, o nuestro querido Job Joe.

Nos perdimos de tener una serie de mecas al estilo Aim for the Ace... ponele.

Hay que tener en consideración la tolerancia de cada espectador particular a animación anticuada. Dentro de ese espacio 0079 es icónico y original, pero sencillamente no logra escapar de la fuerza de gravedad de su era.

Otras cosas (factor bizarrés)

Creo que 0079 tiene los doujinshi hentai más graciosos y raros de la historia. Personajes muertos regresan porque fue un error del doctor, personajes regios y formales se sopapean con sus miembros, se tiran comentarios de fondo como “lastima que se murió X, pero por suerte vivimos nuestra juventud”, se fuman charutos, se inyectan drogas para estar trabados. Mi teoría es que la serie es tan tranquila y forzadamente seria que pide que la bizarreen, pero la cantidad de originalidad que trae no tiene rival en mi experiencia. Algunas capturas cortesía del internet:













Y para cerrar:


*Antes de que se me acuse de esas siglas que el Internet gusta acusar, esto no es una defensa particular al género femenino porque los dibujos animadas no tienen género. Es un problema con la reutilización del mismo principio para múltiples personajes diferentes en condiciones completamente contrastantes. Ya va a haber tiempo para Z Gundam, no coman ansias.

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